martes, 25 de noviembre de 2008

1º Crítica: Ikigami

Pues vengo con mi publicidad de manga Seinen, hoy Ikigami.

Argumento:

En Japón se ha promulgado la Ley para el sostenimiento de la prosperidad estatal, que implica la muerte de personas para que motiven al resto de la población. A los niños en el colegio se les inyecta una vacuna que en uno de cada mil casos lleva una nanocápsula que les causará la muerte entre los 18 y los 24 años. Un día antes de su fallecimiento, se les notifica mediante el Ikigami, o comunicado de muerte, una tarjeta con una foto suya y una hora. De esta forma, se les da la oportunidad de decidir cómo dejarán este mundo. En caso de que cometan algún crimen o delito, a sus familias no se les dará una indemnización.

Fujimoto, el protagonista, es el encargado de repartir los Ikigamis a los jóvenes destinados a morir, y vemos como él empieza a perder a su gente por culpa de su trabajo y se plantea numerosas dudas respecto a esta ley.

La acción se desempeña en historias individuales desde el punto de vista de la persona que recibe el ikigami y que decide hacer. A pesar de tachar a Fujimoto de protagonista todavía no ha tomado gran importancia en la historia en si, si no que más bien su historia sirve de enlace entre las historias y como explicación de las medidas para cumplir la ley del ikigami dándole más base y haciendo la historia más tridimensional.



Sin duda uno de esos seinen para comerse el tarro, justo como a mi me gustan. Aunque solo lleva 3 tomos en Japón y otros tantos aquí le prevengo buen futuro entre los amantes de los seinen enrevesados y quebradores de cabezas.

2 comentarios:

Kaoru dijo...

No lo conozco, pero el argumento me recuerda un poco a Battle Royale por eso de futuro hipotético de Japón en que pasan cosas tan extremas.
Pinta bien, la verdad.

Lokewen dijo...

me encanta, ya puedes pasarme de donde lo hayas leido...aunque claro....mientras sea en castellano xDDD

me mola la historia, pero claro... en si,ese tipo de historias, al igual que battle royale no serian muy realistas que digamos y se hacen poco creibles